Mirador de la Cruz

Distancia: 1,5 km
Dificultad: haces algo de deporte? FACIL ,si no haces nada, MEDIA
Duración:  aproximadamente 45 minutos 

CONSEJOS / TIPS

MIRADOR CERRO DE LA CRUZ

Un paseo cortito pero con una  subida que se hace respetar. El Cerro de la Cruz tiene una de las mejores vistas del pueblo de Tilcara en 360º. El Cerro de la Cruz era el epicentro de antiguas ofrendas de los indígenas locales a sus *Apus y dioses y nos brinda una vista formidable del pueblo, el Pucará y la Quebrada de Huichaira. Se encuentra cruzando el puente de hierro camino al Pucara de Tilcara.

Apenas pases el puente, seguís unos 50 metros y a mano izquierda se encuentra el caminito, a veces cuesta encontrarlo. (ver video al final de esta publicación)

(*)Apu (divinidad)
Los apus (del quechua apu, "señor(a)") son montañas tenidas por vivientes desde épocas preincaicas en varios pueblos de los Andes (Ecuador, Chile, Perú y Bolivia principalmente), a los cuales se les atribuye influencia directa sobre los ciclos vitales de la región que dominan. Tienen un significado asociado a una divinidad, en algunas regiones denominado «huamani» a un personaje importante, o a alguna de las montañas que de acuerdo con la tradición preincaica de la zona andina tutelaban a los habitantes de los valles que eran regados por aguas provenientes de sus cumbres. ​ Los apus son una especie de «huaca» (santuario), ​ pero a escala monumental asociados a un huamani (provincia o región). ​ En estos cerros tutelares o apus existían estructuras o plataformas de piedra donde se desarrollaban diversos ritos específicamente en los santuarios de altura como el Aconcagua, entre los que se cuentan sacrificios humanos llamados Capacocha.

Los «apu huamani» regionales se caracterizaban por su altitud o por tener nieves perpetuas a diferencia de los «apu huamani» locales, cerros o lomas que destacaban por sobre su entorno como el cerro "San Cristóbal" ​ de Lima y posiblemente el cerro Apukintu (Apoquindo) en Santiago de Chile. Especialmente en estos últimos luego de la conquista española fueron implantados elementos católicos, como la cruz cristiana, para borrar las ceremonias "paganas" del imaginario colectivo.